martes, 24 de noviembre de 2015

 OBRA  DE ARTE: SUSANA Y LOS VIEJOS.
“Susana y los viejos”, es uno de los cuadros más conocidos del pintor italiano Tintoretto. Actualmente, se encuentra en el Kunsthistorisches de Viena, Austria. Fue pintado en 1560-1565. Esta época, es decir,  la segunda mitad del siglo XVI, se conoce como “El Siglo de Oro Español”. Fue un periodo de florecimiento del arte y la literatura en España, que coincidió con el auge político y posterior declive de la dinastía de los Austria o Habsburgo. La definición se amplió, entendiendo toda la época clásica o de apogeo de la cultura española, esencialmente el Renacimiento del siglo XVI y el Barroco del siglo XVII.


El estilo de esta época pretende destacar principalmente la evocación a lo antiguo, cuya belleza idealizada pretendían tomar como ejemplo. Observación viva de la naturaleza.  Italia era la cuna de la pintura renacentista al confluir allí las nuevas técnicas (como la perspectiva). La figura humana se convierte en centro y medida de todas las cosas. Emplean efectos de luces y sombras (como el claroscuro o la grisalla). Se extiende el uso del lienzo.
Si en la Edad Media la pintura fue de manera casi exclusiva religiosa, en el Renacimiento se introducen nuevos temas, como los mitológicos, alegorías y temas históricos. Aparece el desnudo, como por ejemplo, la obra de “Susana y los viejos”.


Venecia siguió dando grandes pintores, con obras plenas de sensualidad y colorido. Y, ya a finales de siglo, destacó Tintoretto, con empleo de movimientos y escorzos violentos que prefigura el barroco.


El pintor veneciano (Tintoretto) pintó otros cuatro sujetos análogos, conservados en el Louvre de París, en el Museo del Prado de Madrid, en la Galería Nacional de Arte de Washington y en una colección privada no identificada.


Una de sus obras más destacadas, “Susana y los viejos”, está realizada en óleo sobre lienzo. Mide 147 cm de alto y 194 cm de ancho.


La obra, representa la historia de Susana. Susana es una joven  muy bella y temerosa de Dios, esposa del rico Joaquín, a quienes dos viejos espían en el baño. La obligan a tener relaciones sexuales con ellos, diciéndole que, si no accede, dirán que se ha quedado sola, sin sus doncellas, para estar con un joven. Susana no cede a sus amenazas. Entonces los viejos la acusan de adulterio y consiguen que se la condene a muerte. Interviene entonces el profeta Daniel quien, interrogando a los ancianos, acaba probando la falsedad de la imputación, con lo que Susana se salvó y los ancianos fueron ejecutados.


A diferencia de las tendencias moralizantes, Tintoretto eligió representar, no el momento dramático en el que los dos viejos se manifiestan abiertamente ante Susana, ni tampoco el castigo de los viejos lascivos sino otro, aún sereno, de la protagonista que se mira en un espejo en el interior de un jardín idílico, concentrándose así en el contenido erótico de la escena.


Aunque ocupe la mitad derecha de la obra, el personaje de Susana es el centro de atención, con una blancura deslumbrante bañada de luz. Es una joven de encantos en plena madurez. A la izquierda hay un seto de rosas, a cuyos extremos se encuentran los viejos. Entre Susana y ese seto aparecen toda una serie de objetos y joyas,  entre ellos el espejo donde Susana se mira, el paño de seda blanca  para secarse y un frasco de perfume de porcelana, con llamativos brillos.


La composición lleva la mirada, a través de las perspectivas de líneas de fuga hacia el fondo del cuadro, al estanque con sus reflejos en el agua y el parque más allá.


*Línea de fuga: es un sistema de proyección cónica, es el lugar geométrico en el cual las proyecciones de las rectas paralelas a una dirección dada en el espacio, no paralelas al plano de proyección, convergen.


Ania Gutierrez Lahoz 

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